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Mostrando entradas de octubre, 2012

Este silencio

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Este silencio habita un sepulcro, un cementerio de almas decapitadas, de cuerpos fríos... Este silencio es un barco que cruza un mar de hielos frágiles, indecisos. Este silencio inunda las cavernas de los sordos, las tenues veredas del bosque que atardece, la ciudad que un día creyó en su futuro y ahora es piedra inverosímil, calles de vientos en fuga. Este silencio no es mío, tampoco de tu boca camuflada, de la linea espesa e inamovible de tus sueños. Tal vez mañana se despierten los cuerpos, los hielos, el bosque, la ciudad y tu boca, y no haya más silencio que el de la muerte paseándose, desnuda, por las azoteas del invierno, en las grutas del desierto, en los blancos fusiles de los hombres sin alma.

Lo que dura una canción

Salgo del trabajo tengo una hora (sólo una) para comer y regresar Llevo un mundo de músicas en el bolsillo y escucho en mi soledad con auriculares blancos a Lisa Hannigan su tema Sea song cauteriza algunas heridas y me hace transitar entre los niños que salen del colegio y sus padres apresurados con cierta agilidad y despreocupación Un poco más adelante me asalta un rostro conocido una mujer con la sonrisa al descubierto que me saluda me mira corta mi trayectoria con un gesto de reconocimiento Treinta años es mucho tiempo incluso para saludarse como si nos hubiéramos visto ayer mismo Asombrado la recibo le consulto sobre su vida hablo de mi trabajo de la hora para comer de las prisas Ella me habla de su divorcio del paro de estos días desconcertados y violentos de tomar un café (o lo que se precie) otro día que me encuentra muy bien como si no hubieran pasado los años por mis canas No quiere molestar más se despide con dos besos al aire de mis mejill

Insomnio

Tarda en caer la noche en ese presagio de silencios del que tanto hace gala la oscuridad y se alimentan los sueños mudos Desde la ventana del dormitorio azul imprecisas luces se filtran como libélulas en la calle algunos jóvenes vociferan borrachos del regreso desordenado de su fiesta de alcohol y desmemoria Incapaz de dormir me levanto lleno el vaso de agua del grifo y cojo galletas del estante de la cocina dónde se acumulan latas y recipientes Miro por el balcón la inmovilidad de la noche algunas voces que se alejan y otras que se aproximan amenazando asiento con la cabeza sobre la posibilidad de no encontrar el momento adecuado para dormir ni la hora precisa para rendirse No pesa la noche sobre las sábanas ausentes ni es necesario resarcirse de sueños no invocados Es posible que escriba en el ordenador algunos versos sin futuro que me reconozca en el espejo antes de salir (infausto destino del insomnio) al agotador descalabro de los oficios del día

Si no vuelves

Y que haré si no vuelves que dilemas renacerán de sus cenizas si desapareces si dónde anidaba tu cuerpo quedase sólo un haz de luz mortecina si por dónde acampaban tus manos le sucediera un enjambre de huellas dactilares frías y desdibujadas Y que haré si no vuelves si la clandestina muerte abraza tu corazón oculta tu rostro y deja en su lugar una sombra deshilachada un retazo de memoria en declive la frágil frontera entre un naufragio y una lengua de mar que apenas roza mi espalda y me desvela para siempre